jueves, 28 de junio de 2007

Sistemas modélicos

Extracto del libro “Educación y sociedad mapunche” (Desiderio Catriquir C, 2002)

De los relatos recogidos se desprende la noción de “ser persona” (Chegen) o “ser alguien”. Esto quiere decir que cada individuo en el contexto de un grupo es reconocido como un semejante y valorado por poseer las características comunes aceptadas. Del Chepen se expresan modelos de persona que se pasan a describir.

a) kümeche

En las entrevistas con personas adultas una recurrencia notable tuvo el concepto de Küme che, referido al individuo que se caracteriza por hacer el bien y por vivir de acuerdo a ese modelo. Se lo considera como un integrante aceptado y valorado dentro del grupo, en contraposición al weza che, que se caracteriza por un comportamiento en contra de ciertas normas de la sociedad. Mientras en un grupo, hombres y mujeres pueden actuar como küme che, otros, se comportan como weza che, sustrayendo lo ajeno o no entrando en las redes de intercambio, etc.

De los registros contemporáneos comprendemos que ser küme representa otro aspecto del kimche, que incluye dos dimensiones; por un lado la de ser “hombre” bondadoso, entendido como küme wenxu, küme zomo; por otro lado, refiere también a cierta posesión de bienes “económicos”. En este segundo rasgo, el kümeche se concibe como ülmen.

El kümeche en su dimensión de ülmen, vinculado con el ser kimche, se expresa así en el siguiente testimonio: “yo teniendo bastante ovejas, animales vacunos, lo he logrado porque nunca ofendo a otros. Dios me lo ha dado”. En esta misma idea del kúmeche como ülmen, se destaca “hay gente que necesita alimento. Me viene a pedir un almud de trigo; aunque mi señora me dice, eso no te lo van a devolver, yo digo no! Esa gente no tiene que comer, saquen un almud o dos de trigo” (don Manuel, citando a su baku)

b) kimche

El modelo kimche de persona fue ampliamente valorado en las entrevistas sostenidas con todo tipo de personas adultas. Se le reconocieron distintas y variadas características, siendo las más recurrentes:

- el conocimiento de los parientes por las líneas paterna y materna. Es decir, el küpalme y el tuwün, así como también el küga.
- La actitud de opinar positivamente sobre alguna materia cuando advierte que las ideas no están suficientemente claras o le solicitan su aclaración o punto de vista.
- La actitud de ser respetuoso con la gente, especialmente con los ancianos, a quienes les conversará de la familia y de los asuntos cotidianos.
- La condición de ser ordenado y ponderado en su conducta personal.

Las características señaladas abarcan tres áreas: el comportamiento hacia los demás, la sabiduría, incluyendo el conocimiento de las entidades superiores y del ritual y, además, el comportamiento ético personal. Por estos rasgos, el Kimche aparece como modelo de persona de más amplio complejo y puede ser aplicado a varones y mujeres, adultos y niños. Además a trascendido las épocas históricas y su amplitud es tal, que incluso puede servir de referencia para evaluar el comportamiento de los agentes de mayor estatus dentro de la cultura; es decir, machi, logko, gehpin.

El modelo de persona recta y virtuosa que representa el kimche es perfectamente homologable a las ideas de hombres descrito en otras sociedades no accidentales y analizados desde el punto de vista filosófico por autores como Radin (1960) y Kusch (1977). Sin embargo, el kimche no ha sido descrito en ninguna de las obras que abordan a la sociedad y cultura mapunche.

Un registro reciente corrobora algunas de las características del kimche y aporta otras que contribuyen a configurar un perfil de él. El testimonio dice:

“Los kimche siempre actúan con sabiduría. Los hombres que tienen una capacidad intelectual de entender lo que sucede en su entorno, ese es el hombre qye va a saber afrontar los problemas que la comunidad pueda tener y buscarle una salida, porque de otra forma, si el hombre no tiene sabiduría, no tiene ese kimün, non ppdrá salir de esa situación con la gente. El hombre sabio es el que muestra el camino, abre el camino para que puedan seguir los demás. Para esto tú tienes que estar siempre meditando para que algún día puedas orientar a los jóvenes hacia la sabiduría que nosotros hemos recibido, por ejemplo el respeto” (don Manuel, 1998, citando a su abuelo)

Del testimonio se desprenden seis aspectos a considerar en las características de un kimche:

1. su capacidad intelectual para comprender lo que ocurre en su entorno social y cultural.

2. Asociado a lo anterior, se encuentra la capacidad que el kimche debe poseer para enfrentar los problemas y buscarle solución.

3. el kimche está en constante reflexión, para orientar a las nuevas generaciones. En este proceso reflexivo, el kimche recurre a lo menos dos fuentes de saber-, por un lado la reflexión que viene de su conocimiento del mundo social y cultural mapunche y, por otro lado, la sabiduría que busca en el kajfüwenu1. Así, el testimonio de don Manuel (1998) señala que su abuelo decía: “cuando había que resolver un problema, hay que levantarse temprano, antes que amanezca bien y buscar la dirección de ese kajfüwenu püjü”. Es decir, el kimche no es una persona que huya de los problemas.

4. el kimche, en su papel de educador, es quien muestra y abre caminos para que los demás sigan. En este sentido, es una persona de acción. Protagoniza el kimeltun en el cual el discípulo participa de experiencia de acceso al kimün.

Un ejemplo de ello, es la vivencia de don Manuel (1998) junto a su abuelo, que narra de este modo.

“cuantas veces me llevó a orar, me exigía que estuviera siempre vuelto hacia el este. Levantaba las manos, miraba y oraba… pidiendo esa sabiduría para poder meditar frente a una situación que a él se le presentaba”

5. el kimche en el plano social, es aquel que cuida su manera de hablar, su manera de ser, su manera de actuar.

6. el kimche no debe ofender a otro, porque a él tampoco le gusta ser ofendido.

En síntesis, el kimche incorpora en su vida el dominio del conocimiento, su comportamiento social, y su vinculación con el newen del Kajfüwenu, en su reflexión y gijatun constante.

La no- vigencia de la práctica del kimche no debe ser obstáculo para describir lo más exhaustivamente el modelo, especialmente en las implicancias en el proceso de socialización y por la valoración y añoranza que se hace de él (Catriquir y Durán 1993)

¿cómo se enseña el ser kimche en la sociedad mapunche? ¿cómo se aprende? ¿cómo se cautela su supervivencia?

En primer lugar, cabe destacar que la institución directamente responsable y encargada de la enseñanza de este modelo de persona, es la familia, cumpliendo su papel fundamental la madre, el padre, los hermanos mayores y fundamentalmente parientes por línea paterna, como el maje. Ellos a través del güban (consejo) y prácticas, ofrecen la posibilidad al niño o al joven de imitar el modelo. La madre vigilará el cumplimiento de las normas y corregirá el aprendizaje (Catriquir y Durán 1993)

Por ejemplo, reprenderá al hijo cuando se dirija a su padre y a sus parientes por medio de su nombre personal, evitando o no practicando la nomenclatura clasificatoria correspondiente; le aconsejará que se comunique con sus parientes interesándose en su vida; que aprenda las materias en las cuales él podrá desempeñarse independientemente, así como le recomendará saber respetar y escuchar (Catriquir y Durán 1993)

En un ül (canción) registrado en el sector de Pitren (Kabasken) una mujer relata cómo ella escuchaba la conversación de sus padres, incluyendo el güban que éstos le transmitían con relación a la atención de los parientes. La formulación filosófica subyacente afirma que el no- cumplimiento de estas normas deriva en soledad y abandono (Catriquir y Durán 1993)
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1 del testimonio de don Manuel (1998) se comprende que la noción de Kajfuwenu refiere por un lado al wepüj wenu, o espacio físico con forma cóncava –bóveda celeste- y por otro lado, a la expresión de la inmensidad, del cual el wepüj wenu es sólo una forma de manifestarse. En lo simbólico, el kajfüwenu hace referencia a la brillantez de lo azul, en tanto expresa el bien y la pureza; es el espacio- tiempo de los newen, de los kajfü wenu püjü. El kajfüwenu, representa lo más sagrado; es la fuerza espiritual que da la sabiduría.

c) Norche

El norche se puede entender como una cualidad del kimche, en el cual se destacan características como la de ser persona recta; debe actuar con rectitud frente a una determinada situación. El kimche es justo, tiene que ver con la justicia. Por tanto, el hombre recto, siendo kimche, buscaba su satisfacción interior, en tanto se comporta como tal: esto es ser norche.

El ser norche, en tanto posee “una paz espiritual” demuestra su forma de ser ante los demás. El norche es una persona creíble, en tanto practica los rasgos del kimche. En palabras de un kimche, “el norche tiene paz espiritual y siempre le va a hablar con cariño a todos”

Otro ejemplo del ser norche se expresa en acciones prácticas como “rebanar” el pan, expresado en el siguiente testimonio:

“norche ta weza wüzamkelay, norche ta müley ñi küme wüzamael”. Esto quiere decir “que reparte el pan más o menos por iguañ”

d) newenche

El ser newenche incluye tanto “la idea fuerza mental como física”. Algunas de las características del newenche se refieren a su “fuerza espiritual”, con seguridad personal. El está seguro de su forma de ser, de su manera de actuar, su manera de pensar. Así, si viene una idea de afuera para hacerle cambiar no lo hará. Es fuerte espiritual, mental y físicamente. El newenche, también siempre esta en la búsqueda del newen, recurriendo al Kajfüwenu.

En el campo social, como ya hemos expuesto, los modelos de persona juegan diferentes papeles, en diversas circunstancias y situaciones. Así, en la concertación de los matrimonios, el modelo kimche juega un papel fundamental, dado que los padres adoptarán la precaución de elegir a una familia kimche como futuro pariente. Dentro de las características que se revelan aquí están las cualidades de honradez, aptitud al trabajo, respeto y cuidado de la honra tanto del hombre o la mujer que contraerá matrimonio. Estas cualidades son opósitas a las que se desvaloran, tales como las de weñefe, kewatufe, kuregefe, bagümchefe, etc. conforman una mala orientación de la familia y la perdida del kimche (Catriquir y Durán 1993).

Este modelo, de amplias proyecciones, no siempre se aprende integralmente. En una familia, algunos hijos (as) “seguirán” el mapunche rakizuam mientras que otros no lo harán, especialmente hoy en día (Catriquir y Durán 1993)

Finalmente el newenche conoce, maneja y practica enseñanzas respecto de varios otros ámbitos de la vida, bajo la responsabilidad de la familia y de su experiencia personal. Destacamos lo que concierne al manejo de su cuerpo y conocimiento de sus funciones y ka que se refiere a los oficios según sexo y edad (Catriquir y Durán 1993)

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