lunes, 28 de mayo de 2007

extracto de una carta de amor

Mi tiempo desde ahora es tuyo, y te lo doy en palabras que espero te hagan sentir bien. No es tan bonito ser adulto, en mi caso estoy lleno de obligaciones para el día de mañana, cargado de pruebas y trabajos, uf... pero igual me hago un espacio para que mi corazón hable. Te cuento que en la Universidad se vive "la luzha por el título" y en el estudio se usa un lenguaje súper frio que se le dice técnico, es algo así como si hablara un científico sobre su objeto de estudio. Bueno, lo penca (disculpando la expresión) es que en la Universidad no se dan los espacios para que los estudiantes hablen desde el corazón o con informalidad como se dice, porque los tipos que sostienen el sistema siguen la corriente de formar al estudiante con el rigor del profesionalismo, y eso significa hablar de un modo basado en la ciencia. Esto da pie a que lo que se aprende en un contexto ajeno al recinto universitariono no tenga mucho valor porque lo que vale (se mide) es aprender el contenido diciplinario que rige las distintas áreas de estudio prestas a ser estdudiadas en las universidades. Pero en esta lógica formativa se pasa por alto lamentablemente la voz del corazón, lo que aprendemos en un contexto común y silvestre y que define nuestra orientación o sentido de vida.

Aún así pese a que se omite la voz informal, esta existe como "fuerza insubordinada" en un llamado sentido común que se manifiesta en el tino personal. Bueno, es ese tino el que me dice "sigue la corriente para que ganes un puesto en esta vida", y con esta cordura es que me afano en trabajar lo de mi profesión, para ser otro más (replica en serie) pero que ojo, marque la diferencia.